Ya sea para coronar un delicioso capuchino, latte o flat white, la leche juega un papel muy importante en la preparación de muchas recetas de café.
Esta equilibra el sabor de la bebida, aporta unos matices que un espresso no puede aportar por sí solo y le dota de una gran cremosidad.
Existen muchas maneras de elaborar leche espumosa, desde la más rudimentaria con utensilios que tengas por casa -como un frasco de cristal- hasta los espumadores más sofisticados destinados a este fin.
¿Sabes cómo hacer espuma de leche casera?
Acompáñame, en este post te diré las alternativas más comunes para hacer espuma en la leche -con o sin máquina- de forma fácil y rápida.
¿Cómo se produce la espuma de leche?
Antes de nada, es importante que conozcas -de manera sencilla- cómo espumar leche. Son dos las variables clave en la preparación de esta; el aire y la temperatura.
La espuma está formada por burbujas de aire rodeadas de líquido. Cuanto más pequeñas sean las burbujas mejor, pues más densa será la espuma. En cambio, las más grandes se evaporan fácilmente.
En la formación de las burbujas la temperatura juega un papel muy importante. Las proteínas termoestables -las que aguantan el calor- comienzan a formar burbujas con el aumento de la temperatura.
El International Dairy Journal señala en su estudio sobre la influencia de la temperatura en la formación de la espuma de leche que la leche entera UHT es más estable a los 65ºC. Por esta razón, los expertos recomiendan que la temperatura ideal para cremar la leche sea de entre 60 y 65ºC.
¡Atención! Si la temperatura es inferior, obtendrás una espuma inestable con burbujas grandes. Y si supera los 70ºC, las proteínas se desnaturalizan y la leche adquiere cierto sabor a quemado.
Adicionalmente, también hay otros constituyentes de la leche como el agua, la grasa, las proteínas y la lactosa que juegan un papel decisivo a la hora de espumarla.
¿Cómo hacer leche con espuma sin máquina?

¿No dispones de un aparato para hacer espuma en la leche?
Si es así, no te preocupes, existe un método muy sencillo y barato. Tan solo necesitas un frasco hermético (tarro de cristal) y un microondas.
Toma nota de las siguientes indicaciones:
Llena el frasco hasta la mitad con leche fría. Se necesita dejar espacio suficiente para que la leche haga espuma y aumente su volumen. Ciérralo bien con la tapa y agita con fuerza hasta que quede espumosa (30 – 60 segundos).
Una vez alcanzado el nivel de espuma deseado, quita la tapa y calienta la leche en el microondas durante 30 segundos a máxima potencia. El calor hará que la espuma suba hasta la parte superior del frasco.
¡Atención! la leche se espuma en frío y luego se calienta. Si lo haces al revés, no se formará espuma.
¡Listo! Vierte la leche sobre la taza y después coge la espuma con una cuchara y colócala por encima para crear una capa esponjosa.
¿Cómo hacer espuma de leche con máquina?
La opción anterior puede sacarnos de un apuro, pero no es la más práctica ni la más cómoda. 😒
Lo ideal es contar con una máquina o aparato específico para hacer espuma de leche y que nos facilite el trabajo. ¿Quieres conocer qué opciones hay? Continúa leyendo…
Con espumador eléctrico

Los espumadores de leche eléctricos son, sin duda, la opción más cómoda y rápida para espumar gran cantidad de leche de una sola vez.
No solo baten la leche, sino que también son capaces de calentarla al mismo tiempo, si así lo deseas, claro.
El proceso es totalmente automático; basta con verter la leche hasta la marca señalada, pulsar la función que desees y esperar. Es decir, con tan solo pulsar un botón obtendrás una crema consistente en apenas unos minutos, así de simple. 😃
Eso sí, ten en cuenta que ocupan más espacio que los manuales y no son los más económicos. No obstante, hay modelos muy asequibles con una excelente relación calidad-precio.
Con batidora manual de varillas

También se conocen como batidoras de leche a pilas. Es la opción más recomendada si quieres gastarte lo mínimo y no vas a espumar grandes cantidades de leche.
Toma nota: Su precio es, sin duda, uno de los argumentos más importantes a su favor. Son muy económicos, entre los 5 y los 30€.
Su uso no tiene complicaciones. En teoría, funcionan con leche fría y caliente. No obstante, el calor estabiliza la estructura de la espuma, por lo que, en mi opinión, será mejor que calientes siempre la leche primero.
Dicho esto, calienta la leche (en pequeñas cantidades) a fuego medio sin que llegue a hervir. Después viértela en un recipiente estrecho y coloca el espumador en la superficie de manera que el cabezal esté justo debajo de la superficie.
Acto seguido, acciona el batidor de leche y tira del cabezal un poco hacia arriba para que el espumador pueda rasgar la superficie para coger aire. Deja de batir una vez que la leche haya doblado su tamaño inicial.
¡Eso es todo! Sencillo, ¿verdad?
Con prensa francesa

La prensa francesa o cafetera de émbolo también puede servirnos para elaborar espuma de leche. Su funcionamiento es muy similar al de un espumador de leche manual.
Calienta la leche a fuego medio sin dejar que hierva. Viértela sobre el recipiente y sumerge lentamente el émbolo hacia arriba y hacia abajo -como si se tratase de un inflador- hasta que la leche tenga el nivel de esponjosidad que desees (60 segundos aproximadamente).
Consejo: el filtro nunca debe salirse del todo de la superficie de la leche. De lo contrario, cuando lo sumerjas de nuevo tus esfuerzos anteriores no habrán servido para nada.
Con vaporizador de leche

La gran mayoría de las cafeteras express, salvo las de cápsulas, integran un tubo de vapor que te permite elaborar espuma de leche sin necesidad de gastar dinero en otro accesorio.
Con un poco de práctica y paciencia se consigue elaborar una espuma de leche de calidad, pues el usuario tiene mucha más influencia en el resultado.
¿Quieres saber cómo hacer espuma de leche en cafetera?
Sigue estos consejos…
Nota: antes de empezar verifica (siempre) que el depósito de agua esté lleno y activa la salida de vapor en un recipiente vacío para que descargue los restos de agua presentes en el circuito y no se mezcle con la leche.
Agrega ⅓ de leche fría a la jarra de metal. Evita llenarla de más, pues hay que dejar espacio para la espuma. A continuación, introduce el tubo de vapor en un lateral -sin llegar hasta el fondo- e inclina un poco la jarra.
Pon en marcha el vaporizador y realiza pequeños movimientos controlados y lentos hacia arriba y abajo con la jarra. Sujeta la jarra con la mano y cuando sientas calor sabrás que ha alcanzado la temperatura adecuada.
¿Sabías que…? Para saber si lo estás haciendo bien puedes prestar atención al sonido. Si es homogéneo y silencioso, la espuma será uniforme. En cambio, si es demasiado fuerte puede que estés acercando demasiado la boquilla o la leche ya esté hirviendo.
Con thermomix
Son muchos los que buscáis cómo hacer espuma de leche con Thermomix. Este y otros robots de cocina son capaces de ello.
El proceso es muy sencillo, te voy a explicar como hacerlo con la Thermomix:
Coloca la mariposa en el vaso, añade 200 ml de leche fría y programa 3 minutos a velocidad 4. Pasado ese tiempo, programa de nuevo 2 minutos y medio a temperatura de 80ºC y velocidad 3.
¡Listo!
Trucos para hacer una leche espumosa perfecta
Si quieres conseguir una espuma de leche con garantías sigue los siguientes TIPS:
- Usa siempre leche fría, así tendrás más tiempo para emulsionarla sin quemarla. Además, a bajas temperaturas el aire es más soluble con la leche y es más sencillo que se formen micro burbujas.
- Si es leche fresca mucho mejor, pues contiene casi todos los componentes originales de la leche. Ten en cuenta que a medida que se acerca la fecha de caducidad de la leche se va perdiendo la capacidad para producir espuma.
- Usa siempre una jarra de acero inoxidable porque distribuye mejor el calor y permite que la grasa de la leche tarde en fundirse favoreciendo la formación de burbujas.
- El porcentaje de grasa de la leche sí importa, pues afecta al sabor y a la textura de la espuma. Cuanta menos grasas tenga, más fácil será de cremar.
¿Leche desnatada, semi o entera?
La leche desnatada es la más fácil de espumar, pues contiene menos grasas, pero no es tan palatable.
Con la leche entera, la más rica en grasas, se obtiene más cremosidad, estabilidad y sabor, pero es la que más trabajo requiere.
La semidesnatada es la mejor opción, ya que produce espuma con facilidad y tiene la suficiente grasa para aportar algo de sabor sin tapar las notas de café.
¡Esto ha sido todo! En este post hemos dado un repaso a algunas de las formas de espumar leche en casa, con o sin máquina.
Ahora te toca a ti, ¿conoces algún otro método para espumar la leche? ¿te gusta el café con leche con espuma? ¿por qué opción te decantarías? Te espero en los comentarios, ¡anímate a participar! 👇👇